Obras son amores…

…pero claramente es mejor aplicar la razón cuando se trata de obras municipales.
Últimamente ha habido muchos comentarios sobre la colaboración que presta o deja de prestar el Ayuntamiento con ciertos eventos, por quejas muy concretas y me atrevo a decir que dirigidas e intencionadas políticamente hablando. Me parece importante que los ciudadanos conozcan la realidad de este asunto.
En nuestro Ayuntamiento tenemos un Departamento de Obras y Servicios (se conoce popularmente como el Almacén de Obras) con unos 50 trabajadores entre: albañiles, electricistas, fontaneros, pintores, carpinteros, conductores, herrero, operarios… El horario de estos trabajadores es de lunes a viernes, de mañana, y su función principal es llevar a cabo el mantenimiento de la ciudad y de los edificios municipales, incluidos los seis colegios públicos del municipio, así como hacer obras nuevas que mejoren nuestra calidad de vida y la eficiencia de nuestros recursos (rebajes en aceras, zonas peatonales, cambio a iluminación LED, etc.).
El principal problema de este departamento no es lo que a veces se achaca sin conocimiento. Algunos piensan que son vagos o que están mal organizados, y puede haber casos o momentos en que así sea, pero el principal problema es que se trata del Departamento de Obras, Servicios y Eventos. La atención a eventos requiere enganches de luz, instalación de tribunas y escenarios, préstamo de vallas y contenedores, dejar sillas, mesas y otros elementos que se necesiten, a veces sonorización… Todo ello recae al 99% en el mismo departamento y los eventos son muchos.
Por una parte tenemos los que organiza el propio Ayuntamiento, empezando por todas las fiestas (desde la Cabalgata de Reyes hasta San Andrés, pasando por Carnaval, Pasión Viviente, Semana Grande, Coso Blanco, El Carmen, Santa Ana, Asunción y San Roque), eventos culturales (Día del Libro, de las Bibliotecas, de la Música y muchos más a lo largo del año), eventos deportivos y otros (mercadillos solidarios…); y por otra tenemos los múltiples eventos que organizan las Juntas Vecinales, asociaciones, colectivos, clubes, particulares…
obrasamores
Cada vez que un obrero tiene que atender un evento, deja de hacer obras y además recupera horas, ya que las que trabaja en tardes, fines de semana y festivos -que es cuando suelen ser los eventos o requerir las tareas- las recupera por dos o por más. Si una solicitud concreta no puede ser atendida por trabajadores municipales, por otra parte, el Ayuntamiento tiene que subcontratarla y cuesta dinero de todos.
Uno de nuestros principales propósitos en los últimos tres años ha sido intentar que esos eventos sean autónomos o lo máximo posible, y que interfieran menos en la dinámica del Departamento de Obras. Hemos hecho avances y aún no son suficientes. Porque es imposible, y así lo explicó el alcalde en un pleno reciente a raíz de la petición de un Plan de Mantenimiento de Viales Públicos (minuto 1 h. 20’25»), que un Departamento pueda planificar su trabajo cuando su día a día depende de las peticiones de otros, sean internas o externas.
Creo que como ciudadanos responsables y conscientes de esta realidad, debemos hacer un ejercicio de contención y pedir la colaboración justa, entendiendo cuando no se presta y por qué no se presta. Y agradeciendo cuando sí se presta, que es muchas veces a lo largo del año para multitud de eventos, fiestas y acontecimientos.
Solo así podremos ser coherentes cuando nos quejamos de que no se haga un mayor mantenimiento de la ciudad, de que las baldosas o farolas no se reparen, los baches no se rellenen… porque los mismos obreros que deberían hacerlo están cubriendo nuestras peticiones festivas o culturales. En todo debe haber un equilibrio, y entre todos debemos garantizarlo. ¡Gracias por entenderlo!

Es mucho más fácil criticar a los que mandan que mandar a los que critican”.
Revista ‘La Codorniz’

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