Movernos mejor para vivir mejor

La movilidad sostenible ha sido una de nuestras banderas, antes y después de que Ángel dejara una imagen para la posteridad con su entrada en bici a la Alcaldía.

angelenbici
El alcalde ya iba en bici antes de ser alcalde y seguirá yendo cuando deje de serlo.

Aún tenemos en nuestro municipio tanto margen de mejora en cuanto a movilidad se refiere… pero no me queda más remedio que repasar lo que sí hemos hecho para favorecer una ciudad más amable. Y lo que no también, porque para eso esto es un anti-programa electoral que se atreve a contar lo que no quedaría bonito en un programa al uso.

Lo que SÍ hemos hecho
En cuanto a movilidad general: hemos tomado decisiones difíciles por impopulares como sustituir plazas de aparcamiento por carriles-bici, rediseñar la OCA y el CastroBus, hacer más espacios para motos, ampliar aceras también a costa de plazas para coches… Estas decisiones, que siempre tienen una fuerte oposición inicial pero a medio plazo se descubren las ventajas, no se habían tomado antes por una causa muy evidente: no dan votos. Los partidos tradicionales solo piensan en el rédito electoral inmediato y no les compensa entrar en según qué temas. Por eso tenemos graves carencias en movilidad.

Hemos pensado más en los peatones: pidiendo una mejor conexión del paseo marítimo con el Parque Amestoy o realizando una acera desde Elósegui hasta Zaitegui (Sámano).
Hemos mejorado y pacificado el tráfico en varios puntos, como la rotonda de Chinchapapa, la carretera general, Silvestre Ochoa… Y daremos una alternativa para entrar y salir del barrio de Cotolino gracias al nuevo vial junto al estadio de Riomar, cuya primera fase está en marcha.

Respecto a la movilidad en bici: hemos asfaltado el carril-bici que conecta el Parque Amestoy con la playa de Brazomar (el de toda la vida) y realizado el tramo hasta Chinchapapa. Hemos puesto nuevos aparcabicis en numerosos puntos de la ciudad. Hemos proyectado y ejecutado un nuevo carril-bici en Leonardo Rucabado que, pese a su trazado algo dificultoso, ofrece más seguridad a los ciclistas que circulan por esta calle (que además, al ser zona 30, facilita la convivencia). Este carril pronto conectará, gracias a la obra de los túneles de Ocharan, con lugares clave como la Estación de Autobuses y el IES José Zapatero.

Por el otro lado, hemos conseguido asegurar el túnel del Vizconde para su uso y estamos estudiando cómo conectar el carril-bici por la zona de la Policía Local, para dar continuidad hasta Urdiales-Ostende. También hemos realizado un estudio de alternativas para mejorar la red ciclista que se integrará en el Plan Ciclista de Cantabria, y hemos firmado un convenio urbanístico que, entre otras cosas, dará continuidad a la vía verde de Traslaviña entre Brazomar y Mioño gracias a una nueva pasarela.

Respecto al transporte público: hemos mejorado muchísimos aspectos del CastroBus de los que ya nadie se acuerda pero que hacían ineficientes los trayectos desde las Juntas Vecinales. Con todo el ruido en torno al servicio a demanda, esto ha pasado totalmente desapercibido pero no para los que hacen esos viajes, que tardan bastante menos. Además, el diseño de líneas evitando cruzar todo el centro urbano permite que los retrasos sean menores y por tanto se mejora la puntualidad. El servicio a demanda, por otra parte, es una clara mejora para barrios que pueden optar a más horarios gracias a la flexibilidad que da este sistema.

Respecto al aparcamiento: hemos diseñado una nueva regulación (OCA) para favorecer la rotación de vehículos en las zonas que más demanda de aparcamiento tienen, de modo que realmente aparcar no sea el problema (sí hacerlo gratis, pero es que el bolsillo es el único factor realmente disuasorio). Hemos conseguido una zonificación que funciona, quitando tráfico y vehículos de las calles más sensibles (de La Ronda para abajo), y hemos abierto dos aparcamientos compensatorios -junto al Pachi Torre y junto al Basoco- para, precisamente, compensar esas limitaciones que supone la nueva OCA.

Lo que NO hemos hecho
Respecto a la movilidad en bici: no hemos conseguido aún conectar con seguridad Castro y Sámano, ni para bicicletas ni para peatones, que siguen teniendo que cruzar las entradas de la autovía. Aunque sí hemos logrado que el Ministerio de Fomento contemple la pasarela que salvaría la A-8, esta acción está un poco en el aire, mientras el nuevo Gobierno no confirme que el proyecto sigue en pie. No hemos conseguido tampoco conectar el centro (Plazuela) con Ostende ni hemos hecho más carriles-bici. Vista la reacción de muchos al de Leonardo Rucabado, lamentablemente nos tememos que otros no continúen en esta línea que en otras ciudades tienen tan clara.

Respecto al transporte público: no hemos podido ofrecer soluciones a los problemas de todos los ciudadanos y claramente el CastroBus es un servicio mejorable, pero llegar a cubrir 95 km. cuadrados de territorio es un reto. No existe un autobús para cada Junta Vecinal o zona y por eso no todas las pedanías o barrios pueden tener autobús a primera hora ni a última. También sigue siendo un reto mejorar las marquesinas, poner más…

Respecto al aparcamiento: aún serían necesarios muchos más aparcamientos disuasorios en Castro, pero los espacios son limitados y probablemente se necesitaría hacer convenios con propietarios privados. Tampoco hemos logrado una negociación jugosa para los castreños con respecto al parking de Amestoy, aunque parece poco probable que una empresa vaya a encontrar interés en ello. No obstante ambas líneas de trabajo podrían ser interesantes.

Y tantas otras…

Durante estos tres años ha habido tanto ruido a cuenta de estos temas de movilidad que nos han lucido bien poco, pero tampoco nos ha importado porque cuando uno tiene claro por dónde hay que andar, nadie le desvía.

Es triste que la crítica venga porque uno haga carriles-bici, dé prioridad a peatones y ciclistas frente a coches o quite aparcamientos para ganar zonas verdes… Entendemos que las medidas han sido criticadas por los que no ven más allá de su interés particular: aparcar debajo de casa, ir en coche al centro o que el autobús les cuadre con sus horarios concretos y particulares.

Sin embargo, muchas ciudades lo tienen claro y apuestan por una movilidad sostenible. Son el espejo en el que mirarnos y no valen excusas. Es el futuro inmediato.

 

Pequeñas actuaciones que cambian una ciudad

No podremos nunca presumir de haber hecho grandes obras, si dejamos de lado asfaltados más o menos ambiciosos, carriles-bici más o menos comprendidos o actuaciones que, por ser ganadoras de espacio peatonal frente a los aparcamientos, también tienen sus detractores (ya es triste).

Como la del Parque de Cotolino, de la que hablaremos en otro momento específicamente, pero que está a punto de terminar para uso y disfrute de todos los amantes de las zonas verdes, que somos muchos.

Pero de lo que podemos estar bastante orgullosos es de haber aprovechado los recursos existentes –menos de los que nos gustaría tener– para hacer actuaciones que, sin ser grandes o muy vistosas, van mejorando el día a día de los vecinos.

Es el caso de los rebajes. Pongo en imagen uno de los últimos ejecutados, pero se cuentan por decenas. Es cierto que aún quedan muchos por hacer y que hay otros retos asociados a una movilidad accesible para todos, pero no me ha parecido justo cuando no se ha reconocido esta mejora evidente de la accesibilidad cuando toca valorar este tema.

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Rebaje en la calle Juan de la Cosa con Leonardo Rucabado.

Me acuerdo de que la adecuación de aceras y pasos para peatones fue una de nuestras promesas electorales y hemos podido hacer poco para lo que quisiéramos. Pero en esta foto, si os acordáis, a la derecha faltaba ese trocito de acera y por fin lo tenemos. En este caso creo que la ejecución ha corrido a cargo de la comunidad de vecinos, gracias a las obras de rehabilitación del edificio antiguo que hay allí. El caso es que se ha hecho.

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Nuevo trozo de acera en la calle Siglo XX con Nuestra Señora.

Pequeñas actuaciones como estas cambian poco a poco una ciudad, la hacen más amable y habitable, más cómoda para nuestro día a día. Y aunque no sirvan para la foto, son muy importantes.

Espero que esta reflexión sirva no solo para que los ciudadanos aprecien la importancia de lo sencillo, sino para que muchos políticos también tomen nota.